Rafael Amaya nació hace 43 años en Hermosillo, Sonora, pero desgraciadamente antes de conocer la fama vivió una infancia llena de pobreza, él mismo ha llegado a contar que vivió todo tipo de carencias y recuerda que desde niño trabajó de todo, desde cerillito de supermercado hasta juntando botellas de reciclado; básicamente creció en la calle, ya que sus hermanos mayores al llegar a casa se acaban la comida y él requería buscar su alimento en la calle.
