La educación histórica en muchas escuelas alrededor del mundo ha sido objeto de debate y censura en ciertos momentos. Existen hechos históricos particularmente dolorosos o controvertidos que, dependiendo del contexto cultural, político o educativo, pueden ser evitados o minimizados en los currículos escolares. Esta omisión puede deberse a diversas razones, como evitar traumatizar a los estudiantes, proteger la imagen nacional o evitar conflictos ideológicos. Sin embargo, la prohibición de discutir estos eventos puede limitar la comprensión completa de la historia y sus repercusiones en el presente.

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