La Compostela - erróneamente también llamada Compostelana - es el documento que certifica que se ha realizado el Camino de Santiago.

Para conseguirla se deben cumplir unos requisitos:
Por un lado, hacer el Camino con motivos religiosos o espirituales. También se debe haber recorrido 100 km a pie o 200 en bicicleta y poder acreditarlo mediante la Credencial.

La Credencial debe ser sellada dos veces al día. Puede sellarse en iglesias, albergues, ayuntamientos o establecimientos como cafés, tiendas y oficinas de Correos.

Muchas oficinas de Correos cuentan con matasellos especiales que representan lugares emblemáticos del Camino de Santiago. Una vez finalizado el Camino en Santiago, la Compostela debe dirigirse a la Oficina del Peregrino. Después de comprobar que se cumplen los requisitos te entregará este documento que certifica que has finalizado tu Camino de Santiago.

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