Grabación histórica desarrollada en agosto de 1956 para el sello Odeón, recuperada por el músico y coleccionista Zelmar Garín . Eddie Pequenino, pionero del rock argentino, grabando en forma bilingüe una composición suya basada en Oh! Susanna. Lo acompaña el conjunto vocal Los Cuatro Bemoles, integrado por Estela Raval; Ricardo Romero; Jorge Pataro; y el trompetista italiano Tullio Gallo. Los Cuatro Bemoles realizaron la segunda grabación de rock en la historia argentina (una rendición de Rock Around The Clock grabada el 19 de diciembre de 1955 y lanzada el 2 de abril de 1956). Pequenino había tenido su primera orquesta junto a Romero (Los Colegiales) y había tocado en la orquesta de Tullio Gallo; con Pataro tocaban juntos en la orquesta de Lalo Schifrin, donde estaba Arturo Schneider (futuro saxofonista de Eddie Pequenino y sus Rockers, también miembro de la orquesta de Tullio Gallo). Raval, Romero y Pataro formarían luego de los Bemoles a Los Cinco Latinos; Gallo seguiría el conjunto con otra formación.
Pequenino hacia septiembre de 1956 grabó para el sello rosarino Embassy este tema, en una versión muy distinta. Lo acompañaba allí la Rythm Band, con Arturo Schneider en saxo y su padre en contrabajo (quien pocos años después, acompañaría a un Nebbia niño en sus primeras actuaciones radiales). La versión con los Bemoles permanecía hasta el momento en las sombras, pero fue recuperada por el maestro Zelmar de este EP en 45 RPM con número de sello DSOA/E 1659. Un trabajo de digitalización muy concienzudo, que revela asombrosos juegos vocales que imitan la largada y llegada de un tren. La versión también salió en un disco de 78 RPM, en cuyo lado B los Bemoles cantaban Canzone da due soldi del italiano Carlo Donida con letra de Pinchi (alias de Giuseppe Perotti). Probablemente también fue incluida en un compilado de Odeón titulado Jazz, Jazz, Jazz: Selección Nº 2 (disco de doce pulgadas de 33 RPM).
Oh, Susanna ya había sido interpretada en la Argentina de la década de 1860 en visitas de minstrels shows estadounidenses; su partitura era vendida en lugares como El Almacén de Música ubicado en el barrio porteño de San Telmo. Gracias a la orquesta de jazz del vasco Eleuterio Yribarren, Argentina se convirtió en el segundo país del mundo en llevar al surco este tema. Pequenino lo replanteó con letras redactadas por él mismo en inglés y castellano, con soberbios arreglos. Solo una muestra de los fenomenales orígenes del pop argentino, paridos por las orquestas locales de jazz. Gracias Zelmar querido!!
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