Hoy, 3 de agosto de 2009 se cumplen treinta años del golpe de estado de Obiang.
30 años a los que hay que sumar otros once, durante la dictadura de su tío Macias, en los que según Severo Moto, presidente del Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial y máximo dirigente del Partido del Progreso, el pueblo guineano está secuestrado y totalmente marginado del progreso.
Una familia controla toda la riqueza del petróleo dejando a la sociedad sin agua potable ni electricidad.
El triste aniversario de un enfermo sanguinario que condena a todo un pueblo, ese que califica de holgazán, a la miseria y al ostracismo internacional.
