En esta ocasión te mostraremos uno de los salmos más importantes para la adoración del Padre, el Salmo 82.
Los Salmos pueden ser vistos como recitaciones poéticas que tienen como propósito la alabanza, el agradecimiento, e incluso la demostración de grandeza de Dios.
El salmo 82 muestra una queja por parte de su autor en relación a los juicios injustos, representando una declaración divina contra ellos. Fue escrito por el poeta Asaf, y es uno de los salmos más cortos con tan solo 8 versículos.
EL SALMO 82 Y LA JUSTICIA DIVINA
A lo largo de la historia el salmo 82 ha tenido interpretaciones erradas por parte de muchas personas. Más allá de la crítica al juicio del hombre expresada en sus versículos, la finalidad de este salmo es apuntar al futuro de la humanidad y el pueblo de Dios.
En este sentido, nuestra finalidad será ver la divinidad del Creador con respecto del juicio que se hace con los hombres.
Cada vez que alguien juzga a otra persona está ocupando el lugar o el puesto de Dios. Si eres padre o madre, debes estar consciente de que los juicios pueden afectar la relación con tus hijos. Por ejemplo, el apóstol Pablo dijo en su carta a los Colosenses dijo:
Pero ¿Qué ocurre cuando los padres no comprenden su responsabilidad para con los hijos, y no se preocupan por decirles cuáles son sus deberes dentro y fuera del hogar?
Es un error pensar que Dios juzgará cualquier cosa que hagan nuestros hijos. Nuestro deber como padres, es orientarlos, y en este sentido, el juicio de Dios aplica a través del juicio de los padres.
Mismo caso ocurre con abogados y jueces, que constantemente se parcializan hacia causas injustas, sin conocer completamente el expediente del acusado o defendido y priorizando el dinero por encima de la justicia. El salmo 82 hace referencia a que somos hijos de Dios, razón por la cual somos como dioses, y por ello debemos juzgar con rectitud.
Finalmente el salmo expresa la alabanza al Padre para que sea él finalmente quien juzgue a la humanidad. Todo lo que vemos es su creación y por ello le pertenece. Por ello, se trata de una oración ideal en la actualidad.
