He querido dedicarle un sitio especial a una melodía que tiene estrecha relación con mi historia personal y mis mejores recuerdos de la niñez y adolescencia.

Durante trece años me formé en el Colegio San José La Salle de Guayaquil, un tradicional centro educativo católico regentado por los Hermanos de las Escuelas Cristianas que originalmente abrió sus puertas en 1870, pero que debió cerrarlas hacia 1895 debido a la convulsión política causada en el Ecuador por la Revolución Liberal.

No obstante, y una vez restablecido el orden, el 12 de agosto de 1910 marca la fecha de la refundación del Colegio, luego de que le fue concedida la autorización de funcionamiento correspondiente por parte de la Dirección de Estudios del Guayas.

El Colegio, inicialmente autorizado para impartir enseñanza de nivel primario, empezó a dictar educación secundaria o media en 1940, aunque fue recién en enero de 1949 en que tuvo lugar la graduación de la Primera Promoción de Bachilleres.

Desde entonces, miles de jóvenes guayaquileños y ecuatorianos en general se han educado y se educan hoy en día en sus aulas, de las cuales han egresado más de sesenta promociones, todas ellas unidas y claramente marcadas por el particular estilo del Instituto que en 1684 fundó en Francia San Juan Baustista de La Salle (1651-1719), y que en el Ecuador tiene como máximo exponente al hermano Miguel Febres Cordero Muñoz, f.s.c. (1854 1910), santo cuencano que es, sin duda, gloria de la Iglesia y de la Patria.

La letra del Himno al Colegio —que constituye uno de los más sólidos símbolos de unidad entre todos los que pasamos por las aulas lasallanas de Guayaquil— fue escrita hacia el mes de julio de 1945 por el hermano Ignacio Neira Urgilés, f.s.c. (1900 1993), arqueólogo, escritor y poeta ecuatoriano quien, entre otras obras, es autor del Himno a Azogues, su tierra natal.

La música es obra del maestro Angelo Negri Fracchia (1878 1947), compositor y director de orquesta italiano que en 1932 se afincó en Guayaquil hasta su muerte y a quien se le atribuyen, entre otros méritos culturales, el estreno y dirección de las primeras operetas que se ejecutaron en este puerto, además de haber formado a una pléyade de destacados músicos.

La versión que aquí se oye es la misma que desde el 23 de diciembre de 1945 se ha ejecutado en todos los actos solemnes del Colegio. En el 2002 me la obsequió grabada en un casete el hermano Vicente Narváez Barrera, f.s.c. (1923 2003), a quien recordamos como el hermano Benigno. Según me indicó en aquel entonces, esta grabación fue realizada en 1978 por la Banda del Regimiento Quito, que pertenece a la Policía Nacional del Ecuador.

Dedico este espacio a todos los lasallanos esparcidos por el mundo, más que nada a los que pasamos por los salones y patios del glorioso y sin par San José y, de forma particular, a los que fuimos parte de la Promoción 46 (1993 1994).

Coro:

Honor y gloria al Colegio
Que en sus años de existencia,
En la virtud y en la ciencia
La dulce infancia formó.


Cantad sus triunfos ignotos,
Cantad sus ocultas glorias,
Cantad haciendo memorias,
De sus fulgores de sol.

I

Juventud lasallista del Guayas
De la Patria, esperanza y tesoro,
Ensalzad con las cítaras de oro
Al Colegio sin par San José.

II

Fulge en su escudo la Estrella
Signo de fe y esperanza;
Por ella el piloto alcanza
El puerto de salvación.

III

Y es Dios, y es Patria y Familia
Su excelso lema que encierra
Sublime grito de guerra,
Trilogía de amor.

(Coro)

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*Fuentes consultadas:
1. Oro Lasallano, Historia y Efemérides del Colegio San José, 1998, por Alberto Moreno Argudo.
2. Diccionario Biográfico Ecuatoriano (versión en línea), por Rodolfo Pérez Pimentel.
3. Distintos sitios en Internet.

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