Después de golpearle con el bate, Wendy (Shelley Duvall) encierra a su marido Jack (Jack Nicholson) en la despensa. Pero el fantasma de Grady, el anterior vigilante, le libera a condición de que se encargue del "asunto" que previamente habían tratado de una forma más "enérgica". Jack ya completamente zumbado y armado con un hacha se dispone a cumplir su promesa.
Si hay una escena que encabeza todos los rankings como la más terrorífica del género de terror sin duda es ésta. Ningún actor hubiera podido hacerla como Jack Nicholson, lástima que el espantoso doblaje en castellano casi la tira por tierra, por lo que es recomendable disfrutarla en versión original, donde Nicholson hace su peculiar versión del cuento de los 3 cerditos (nada de cabritillos, aunque el cuento existe) y al asomar la cara por la puerta destrozada suelta el célebre "Here´s Johnny!". En España se optó por el "¡Aquí está Jack!" aunque incluso en el doblaje español latinoamericano se dice "¡Y aquí está Johnny!", una improvisación del propio Nicholson que Stanley Kubrick aceptó de buen grado y hace referencia a cómo se presentaba a Johnny Carson en The Tonight Show, programa que presentó durante casi treinta años en la NBC americana.
Shelley Duvall explicaba sobre esta escena que se rodó durante tres dias e hicieron falta 60 puertas. Las primeras puertas eran falsas, colocadas por el departamento de atrezzo, pero Nicholson que había sido bombero durante su servicio militar en la Air National Guard las tiraba al primer mandoble, por lo que hubo que colocarlas auténticas, de madera.
El infame doblaje perpetrado fue dirigido por el cineasta Carlos Saura y dos actores neófitos en la materia, Joaquín Hinojosa y Verónica Forqué, se encargaron de doblar a los protagonistas, de la traducción de los diálogos se encargó el también cineasta y escritor Vicente Molina Foix. En su descargo decir que todo esto fue responsabilidad única de Kubrick, que se hacía enviar cintas con las voces de los actores y los elegía personalmente. Era una de las prerrogativas que tenía Stanley Kubrick en el ventajoso contrato firmado con la Warner, control total y absoluto del producto, incluido su exhibición internacional. Por lo que aunque no sabía español, la elección de Hinojosa y Forqué fue suya, y en honor a la verdad, las voces son bastante similares a las originales pero eso no quita que fueran una mala elección, durante toda la película hay momentos donde la desincronización entre la voz y el movimiento de labios es muy evidente, en esta escena en cuestión ni se molestaron en doblar a Shelley Duvall. Hubo hasta quien llegó a decir que lo más escalofriante de la película era el doblaje pero Kubrick quedó encantado.
Jack Torrance: Little pigs, little pigs, let me come in.
Not by the hair on your chinny-chin-chin?
Then I´ll huff... and I´ll puff... and I´ll blow your house in!
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