Videoconsejo sanitario sobre qué debes saber sobre la hiperpigmentación de la piel. Videoconsejo impartido por Carmela Llorente, farmacéutica experta en Dermofarmacia.
Vídeo elaborado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, producido por Medicina TV y con la colaboración de Cantabria Labs.
Durante la juventud, nuestro organismo produce activadores celulares que contribuyen a mantener la apariencia joven de nuestra piel. Pero con la edad, estos procesos de regeneración de las células epiteliales se van haciendo más lentos.
Una piel envejecida sufre desorganización y pérdida de las fibras de colágeno y los fibroblastos, causando la aparición de las arrugas profundas y la flacidez.
El envejecimiento de la piel es un proceso natural que se produce con el paso de los años. Es irremediable, aunque podemos retrasarlo con el uso de factores de crecimiento y activadores celulares que conserven la función normal de nuestra piel.
Los factores de crecimiento son péptidos o proteínas que actúan como mensajeros y que se encargan de estimular el crecimiento, la proliferación y la diferenciación de las células epiteliales. Su acción se traduce en una mayor síntesis de colágeno, elastina, ácido hialurónico, fibronectina y otros componentes de la piel, mejorando su firmeza y elasticidad.
Aunque, en origen, los factores de crecimiento empezaron utilizándose en la regeneración cutánea en heridas o radiodermitis, actualmente se han convertido en un gran activo para hacer frente a los signos del fotoenvejecimiento.
Entre los principales factores de crecimiento que existen podemos destacar el factor de crecimiento de fibroblastos, el factor de crecimiento endotelial vascular, el factor de crecimiento derivado de plaquetas y el factor de crecimiento transformante beta.
Los factores de crecimiento deben considerarse el escalón final en la pirámide de salud y belleza de cualquier protocolo eficaz para el cuidado de la piel.
Estos productos también pueden ayudar frente a alteraciones cutáneas como la hiperpigmentación postinflamatoria o las marcas del acné, gracias a su acción cicatrizante y regeneradora.
A cualquier edad, la rutina de belleza debería contener agentes protectores frente a los daños provocados por la radiación UV y la contaminación y agentes transformadores, como AHAs o retinoides.
Pero a partir de la treintena llega el momento de incluir activos regeneradores y activadores del colágeno, como los factores de crecimiento.
Actualmente, existe una gran variedad de productos que contienen estos factores de crecimiento en su formulación y que son idóneos para el tratamiento de pieles con signos de envejecimiento. Solo quedará elegir la presentación que más se adapte a nuestros hábitos y necesidades.
Y recuerda, pregunta siempre a tu farmacéutico de confianza, experto en Dermofarmacia. Te ayudaremos y resolveremos cualquier duda que tengas en el cuidado y la salud de tu piel.
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