Canarias no se vende. Con este grito hoy miles de personas salen a la calle en Tenerife en una protesta contra la masificación turística. En ella, muchas personas que trabajan en el turismo, como Melu, que es camarera de habitaciones. Las manifestaciones denuncian tres grandes problemas y la precariedad es el primero de ellos. Con el sueldo que ganan en el sector es muy difícil pagar viviendas cada vez más caras. La tercera denuncia son los macroproyectos urbanísticos. Preocupan especialmente dos al sur de Tenerife, como el de La Tejita, que los activistas han intentado paralizar. Esos tres problemas han impulsado la protesta y también acciones como las pintadas que piden a los turistas que se vayan a su casa o les asegura que su lujo significa la miseria de los canarios. Algunos medios británicos hablan de turismofobia y se preguntan estos días si deben dejar de ir a Tenerife. Los manifestantes aseguran que sí quieren turismo, pero más controlado. La reivindicación ha saltado más allá de las fronteras canarias. Ha habido manifestaciones de apoyo en otras ciudades como Barcelona, Madrid y Málaga.
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