Diciembre 2017
La caza del narco acumula decorados. El mar y las rías son un tablero de juego incesante donde los buenos decomisan alijos a los malos, siempre que la información que se maneja sea buena y la fortuna se ponga de cara. Enrique Montenegro viste desde 1986 el uniforme de Vigilancia Aduanera en Vigo. Es el mayor de la tripulación que la semana pasada, y hasta ayer, estuvo de guardia en el Halcón, un barco de 31 metros de eslora que alcanza los 32 nudos y patrulla la costa gallega de Tui a Fisterra, amén de mar adentro, haciendo de portero para que los narcos no metan un gol del tamaño de varias toneladas de coca.A Enrique pocas cosas le sorprenden ya. Explica que el tira y afloja con estas organizaciones se ha sofisticado, y que la guerra en alta mar ya no es el lejano oeste de años pretéritos. «Antes daba igual el día, siempre pasaba algo. A poco que salieses y patrullases unas millas surgían cosas, como encontrar hasta diez planeadoras juntas frente A Guarda esperando a la nave nodriza o regresar a puerto con la cubierta del barco llena de fardos. Tabaco o droga, daba igual», recapitula este veterano mientras deja a su derecha las islas Cíes en la popa del Halcón. Ahora, más que persecuciones en caliente, el acierto pasa por hacer inteligencia. Ya sea con el análisis de datos, radares y satélites, o fuentes infiltradas más allá de la línea enemiga. Eso es lo mejor para ir un paso por delante y concluir qué barcos importan mercancía blanca en sus cascos. Enrique ironiza con que «no todo lo que se pesca es ‘peixe’», constata que la tecnología juega un papel crucial y que la coordinación entre las delegaciones de Aduanas en las Rías Baixas y A Coruña es básica. Una delegación por ría«No se trata de salir de la ría como pollo sin cabeza», aclara el jefe de embarcación del Halcón, Hidalgo, fijo en su posición del puente de mando. Detalla que ellos son una pieza más de un completo sistema de vigilancia coordinado. En las rías de Pontevedra, Arousa y Muros-Noia hay otras tantas delegaciones de Vigilancia Aduanera, pero con embarcaciones más ligeras y rápidas, pensadas para competir con las planeadoras de última generación de los narcos.Vigilancia Aduanera en A Coruña tiene un barco gemelo al Halcón y su propio sistema de comunicaciones para separar la paja del grano e ir a tiro fijo a por los barcos que generan recelo. Lo establecido es que la delegación herculina patrulle, al sur, hasta Fisterra, y, al norte, rastree el resto del litoral gallego con apoyo de la delegación de Ribadeo. Los centros de control en tierra, como el de Vigo, también informan en tiempo real de mercantes, veleros, yates, lanchas o, no sería la primera vez, submarinos que generan recelo, ya sea por el origen, la ruta que sigue, la mercancía que porta o su bandera. «También se cuenta con apoyo aéreo si es necesario, pero la información que se obtenga por trabajo de campo es mejor que ninguna para no dar margen de respuesta», detalla Hidalgo señalando el mástil que corona el centro de la popa: «El Halcón tiene categoría de buque auxiliar de la Armada y ahí podemos poner una ametralladora, también llevamos a bordo fusiles, pero para intimidar más que nada, y en Galicia ni eso». Añade un compañero con acento cerrado de O Morrazo, que no autoriza a dar su nombre, que el Halcón ha llegado a completar 400 millas del tirón, «incluso podería chegar ao Caribe, a Cabo Verde xa foi. O segredo é caerlles rápido, que non poidan tirar os fardos á auga. Eles coñecen ben a costa, cada praia, cada pedra e, sobre todo, a lei. E claro, se falta o corpo do delito, non hai delito, ¿séguesme, meu?».
DENUNCIAS ADUANAS-VIGILANCIA ADUANERA
Si conoce cualquier hecho o circunstancia relacionado con un delito o infracción de contrabando, narcotráfico, blanqueo de capitales, fraude fiscal, corrupción o cualquier otro relacionado o que sea competencia del Servicio de Vigilancia Aduanera, puede comunicar su denuncia por cualquier medio de los abajo facilitados:
Teléfono gratuito: 900351378.
Email: denunciasvigilanciaaduanera@correo.aeat.es
