El Toyota RAV4 llega a Autocasión para mostrar su buena eficiencia en consumos y su capacidad para aunar ser un SUV con un interior cómodo, espacioso y agradable. En su versión híbrida enchufable, con etiqueta cero y 306 CV, logra una autonomía homologada de 75 kilómetros y parece que cumple. Prueba del Toyota Rav4 Style phev.

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Es difícil ver un coche de esta enjundia, 4,60 metros de longitud, 1.900 kilos de peso y una altura considerable… y comprobar que se mueve decentemente con su mecánica híbrida enchufable y logra unos consumos realmente interesantes, incluso cuando se le saca de su zona de confort. Hemos querido buscar las cosquillas de este Toyota RAV4 y no hemos dudado en probarlo por tierra, mar y aire, y su eficiencia nos ha convencido.

Y es que estamos acostumbrados a que los plug in no cumplan las expectativas y se queden en el 60-70 % de su autonomía eléctrica homologada y aquí, sin embargo, casi se cumple a rajatabla en un uso normal. El Toyota Rav4 phev homologa 75 kilómetros en modo eléctrico, de ahí la etiqueta cero que luce en su parabrisas por pasar de 40 que es lo establecido, y nosotros, en una conducción normal, hemos logrado llegar a 72. Nada mal. La media de consumo eléctrico logramos que bajara mínimamente de los 20 kWh. Recuerda que su batería tiene 18,1 kWh de capacidad bruta.

Hay cosas que nos gustan menos, como el precio, que arranca en su versión híbrida en 51.750 euros y que en su versión más equipada, la que aquí presentamos, la Style, llega a, nada menos, que 60.800 euros. Hay que reconocer que no necesita extras y viene a tope de equipamiento, pero no podemos negar que a nivel de diseño, tanto exterior como interior, este Rav4 se va mereciendo ya una buena puesta al día, modernizarse aquí y allá. Algunos materiales del interior se ven básicos y desfasados, aunque cumplen.

Sí nos gusta en cambio el tema de la habitabilidad y la capacidad de carga, junto al espacio en general. Los más de 500 litros de maletero son espectaculares y sacian las necesidades del más exigente, pese al espacio que roban las baterías. El respaldo modulable también juega a su favor, lo mismo que unas cotas que te hacen respirar con gusto en un espacio realmente cómodo y amplio.

Este Toyota RAV4, estéticamente, es monótono, peca de exceso de discreción frente a las apuestas estéticas arriesgadas y futuristas de la competencia. El diseño está muy cuidado, pero no se arriesgó mucho pese a modernizar el Rav4 precedente de manera generosa. Sin embargo, en nuestro color gris grafito el coche pasa bastante inadvertido.

Pese a sus más de 300 caballos y contar con un modo Sport, el Toyota RAV4 huye de todo manejo deportivo. Lo suyo es una invitación constante a conducir de manera tranquila y serena para buscar los mejores consumos. Apenas hemos quitado el modo Eco para nada. Es un gusto arrancar en modo eléctrico y absolutamente silencioso. Sus suspensiones premian el confort y la comodidad. Son suaves hasta decir basta, un detalle más que corrobora la idea anterior de ausencia de deportividad.
Por cierto que después completar unos cuantos cientos de kilómetros de autovía hemos detectado cierta rumorosidad y una capacidad de aislamiento del habitáculo algo mejorable.

Sin embargo, hay que añadir a su eficiencia eléctrica otra fósil, ya que utilizando gasolina para el habitual Madrid-Toledo, Toledo-Madrid, la ida se ha saldado, a 120 km/h de media, en sólo 5,5 litros a los 100 km de media. A la vuelta, la cosa subió a 6,5, ya sabes los 250 metros de desnivel y algo de viento en contra no es descartable vista la diferencia. En cualquier caso, es un coche perfecto para moverse de lunes a viernes con suficiencia sin gastar una gota de gasolina y poder, con el mismo coche, viajar sin despilfarros ni locuras. Aunque eso sí, los más de 60k del ala para hacerse con uno escuecen bastante.

Los 270 Nm de par motor son escasos, pero sabemos que si nos quedamos sin batería, el 2,5 de gasolina nos da 185 CV, suficiente para mover las casi dos toneladas de coche. Bien por los frenos, ventilados, de generoso tamaño. Las cotas off road son aceptables, pero no pienses en él como un verdadero 4x4 pese a la tracción total.

En la escala "Me lo compraría", la nota del Toyota RAV4 es un 7,9. La eficiencia del conjunto y la buena potencia y aceleración (6 segundos en el 0-100 km/h) se dan de bruces con una imagen demasiado sobria y un interior sin detalles y materiales que no brillan en nada. Buen coche único para la familia, pero ojo con el precio de entrada, una burrada. Importante intentar rascar algo del máximo de 5.000 euros de descuento del Moves III.

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