Los mitos en torno a la lactancia materna persisten a pesar de la abundante evidencia científica que respalda sus beneficios. Algunos de los mitos comunes incluyen la creencia de que la leche materna es insuficiente en cantidad o calidad, cuando, en realidad, se adapta a las necesidades del bebé. Otro mito es que las madres deben evitar ciertos alimentos durante la lactancia, lo cual no es necesario en la mayoría de los casos. También existe la idea equivocada de que las madres deben amamantar perfectamente desde el principio, cuando, en realidad, se requiere tiempo y práctica para establecer una lactancia exitosa. Desmitificar estas creencias erróneas es esencial para empoderar a las madres y fomentar la lactancia materna, que es una fuente invaluable de nutrición y vínculo para el bebé.
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