Aunque Hungría es miembro de la Unión europea y que esta última aún no haya aprobado su llegada al mercado, Budapest decidió abrir el suyo a las vacunas rusa y china. Con las tensiones como telón de fondo y una nueva ola de sanciones de Europa contra Rusia tras el envenenamiento y encarcelamiento del líder de la oposición rusa, Alekseï Navalny, Budapest se acerca un poco más a Moscú. El primer ministro húngaro, Viktor Orban marca una vez más su desconfianza frente a Bruselas, llegando incluso hasta copiar el modelo ruso, según algunos. Reportaje de Gulliver Cragg y Elena Volochine.
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