En los 400 años transcurridos desde que Galileo Galilei sostuvo por primera vez un telescopio hacia los cielos, los astrónomos han dejado al descubierto algunos de los misterios más profundos del cosmos. Han visto cometas chocar contra planetas, encontrado océanos dentro de lunas y presenciado el estremecimiento del espacio-tiempo cuando los agujeros negros chocan. Pero el espacio sigue siendo un reino de lo desconocido. En un artículo publicado el jueves en la revista Nature, científicos de Canadá informaron de la detección de misteriosas señales de radio procedentes de la mitad del universo. Es sólo la segunda vez que se detectan ráfagas de radio rápidas, o FRB, que se repiten. Los astrónomos aún tienen que formular una teoría completa de lo que produce estos enigmáticos y rápidos rayos de ondas electromagnéticas. Y a falta de una explicación firme, la especulación ha recaído, quizás inevitablemente, en civilizaciones extraterrestres. Avi Loeb, un astrónomo de Harvard, ha propuesto que los FRB podrían ser potentes rayos de energía utilizados para propulsar naves espaciales extraterrestres.
