De acuerdo a todo lo que hemos comentado hasta el momento, las múltiples causas, orígenes, etcétera, podemos entender rápidamente que el tratamiento es multicausal y que por lo tanto lo primero que tenemos que hacer es determinar cuál es la causa que provoca estas alteraciones en la conducta.
Recordemos que, en mi forma de entender, tras la experiencia de estos treinta y cinco años, no es bueno etiquetar a los niños, no es bueno que tengan sensación de que tiene una enfermedad o un trastorno porque además no es así. Tienen una conducta alterada por algún motivo que tenemos que determinar y a partir de este momento imponer un tratamiento.
Por lo tanto el tratamiento puede ser múltiple. Tenemos que hablar desde tratamientos de maduración jerárquica del sistema nervioso, es decir, nos podemos encontrar con niños que tienen una alteración en los reflejos primitivos, en los reflejos posturales, en la maduración pscicomotriz y por tanto darles un tratamiento adecuado para que reorganicen ese sis-tema nervioso con un correcto equilibrio entre el cerebro inferior y el cerebro superior, del hemisferio derecho del cerebro y del hemisferio izquierdo va ayudarles a activar la capacidad de autocontrol.
Fijémonos que en los trastornos que estamos hablando aquí, en las alteraciones de conducta hay un origen común que es la falta de control. Es decir, si hay una incontinencia motórica y por tanto una hiperactividad es porque el sistema nervioso no puede contener ese movimiento.
Si hay una dispersión y una falta de atención es porque no podemos centrar la atención en un punto determinado; nuestro cerebro recibe múltiples impactos atencionales pero atiende a uno y esto es gracias a los sistemas de inhibición y control. Por tanto, en todos los casos tenemos una alteración de la capacidad de autocontrol que puede ser por un exceso de excitación o por un defecto de control, por lo tanto la jerarquización correcta del sistema nervioso es importante.
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