Fue una jornada única en la capital argentina: a las 22, los estadios prendieron sus luces para homenajear al 10, que murió unas horas antes, el 25 de noviembre. En Argentinos Juniors, donde debutó, se formó un santuario. En la Bombonera, miles fueron a cantar por él. En el Obelisco y la Casa Rosada, los fanáticos de Maradona se unieron. Se agruparon. Fue una manera de tolerar un poco más el dolor. Un dolor masivo que aprieta. Un golpe de KO para millones. Una noche para recordar.
![](https://i.ytimg.com/vi/PxDKwPJ7im4/maxresdefault.jpg)