El viaje del héroe - Juan Luis Ayuso Aragoneses
¿Quién podría definir a un héroe? Todos tenemos en nuestro imaginario figuras a las que admiramos porque han demostrado competencia al lograr resultados extraordinarios durante situaciones que les han puesto a prueba. Ahora bien, ¿qué nos faltaría a nosotros para ser héroes? Héroes podemos ser todos cuando tomamos la decisión de enfrentarnos a los objetivos y problemas que nos desafían, con humildad, pero también con coraje. Cuando declaramos que un obstáculo lo convertimos en un reto y cambiamos el mundo con nuestras acciones y nuestro lenguaje para ser consecuentes con esa declaración.
No olvidemos que, tan importante como el viaje exterior, donde conoceremos el mundo inexplorado, es el viaje interior, aquel que va a llevarnos a que hagamos un trabajo honesto de autoconocimiento que saque a relucir todo el potencial que tenemos y que, únicamente, ponemos en juego en ocasiones, en momentos que consideramos difíciles.
El viaje del héroe que propongo se compone de cuatro fases:
1. Aceptar la aventura: Cuando la aventura nos llama, nos reta a un futuro distinto para nosotros y para los demás. Es importante tener lo más claro posible de qué se trata y diseñar con todo lujo de detalles una visión que nos estimule y tire de nosotros hacia adelante.
2. Traspasar el umbral y cruzar el desierto: Es la parte más dura del viaje, aquella donde emergen las incertidumbres, las dudas sobre nuestras posibilidades, los miedos... pero también la que nos va a hacer más fuertes a través de los aprendizajes que vamos a obtener y a través del uso más eficiente de nuestros propios recursos.
3. Encontrar guardianes y mentores: Durante nuestro camino vamos buscando o nos encontramos con personas que nos cuidan, nos comprenden, confían en nosotros, nos proporcionan energía y nos ayudan a focalizarnos en el cumplimiento de nuestra misión. Muchas veces están situados más cerca de lo que pensamos.
4. Cumplir la misión y volver a casa: Nuestro viaje acaba cuando hemos alcanzado nuestro objetivo. Hemos aprendido más sobre nosotros y nos hemos transformado. Una sabiduría que, de alguna manera, compartiremos con otros héroes que estén en momentos distintos de sus propias aventuras.
Así es, el héroe emprenderá tantos viajes como aventuras quiera conseguir, todo dependerá de su nivel de responsabilidad y de su compromiso, porque el heroísmo, amigo lector, como habrás adivinado ya, no es un lugar de destino, sino una actitud.
¿Qué te falta a ti para ser héroe?
Autor:
Juan Luis Ayuso Aragoneses
Socio Director de ibercoaching
Colaborador de Euroforum
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